<center>

Sudaba por todos los poros de mí
desnudo torso
golpeaba con fuerza los leños
de tú hogar.
todo por unos míseros centavos
tú mirabas a través de la ventana
sentía tu mirada recorrer
los músculos, de mi casi desnudo cuerpo.
Una y otra vez, golpee los leños
la puerta abristeis con tú coqueta
forma de mirar y a mi llegasteis
con un vaso con agua
tú camisa casi abierta
del agua que traías con tus labios
la rozasteis.
Era un invite al amor
como hombre respondí el agua tome
mis labios besasteis
y mí
cuerpo recorristeis con
tus labios de fresa mis manos mordisteis
tus pechos froté con mi desnudo torso
la pasión
estallo, y con tus piernas entre abiertas
el fruto de la pasión, tomasteis.
fue una locura de ardiente pasión
nuestros cuerpos fundimos
en un viaje de placer
jamás olvidado
Por los dos
Hoy vemos la nieve caer
Ya no soy tú sirviente
Soy tú eterno
esclavo del placer.
Por
Jorge Tavárez
Puerto Rico/Usa