Te tomaré entre mis brazos.
Aunque pequeños y frágiles.
Ellos tienen la fuerza
De mil caballos salvajes
No temas; ellos no soltaran tu admirable silueta
Y te perderás en mis ojos bajo mi mirada indiscreta.
Cuando consigas amarme sobre la verde pradera.
Bañare las costas de tú sublime figura.
Con besos de fuego; con mucha ternura.
Dejare que desciendas por la blanca pendiente
de mis senos alegres que nacen turgentes y sientas
el calor que en mi vientre se enciende y que pide a tu furia que hasta el te adentre.
El verde prado será nuestro lecho.
Y un manto de estrella nos servirá de techo.
Me cobijare con tu cuerpo cuando llegue la noche
y el día entre en pálido receso.
Será tan sensual este mutuo encuentro que quedara por siempre grabado en nuestros recuerdos.
Y seré tan tuya y serás tan mío que no tendremos miedo...solo regocijo.
Ven abrázame con ternura entrégate a mis delirios ámame con locura y déjame enloquecer contigo
Que al llegar la mañana traerá consigo la simple cordura
Después de amarnos se que partirás y una lagrima inquieta mi mejilla humedecerá, mis labios los tuyos besaran rogando en el beso regreses... una ves más
Y te marcharás como el sol
al ponerse el ocaso.
Y sentirás la fuerza
con las que te amarran mis brazos.
Suplicando...llévame o quédate a mi lado.
Autora: Dinabety
La sensual poesía
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