





Aquella noche cuando la luna brillaba como ninguna, Y los rayos acariciaban mi alma, sentí un fuego abrasador, caricias que revestían mi corazón, deseando el beso apasionado, que vive en mi pecho estremecido, como un lirio encendido.
Mis versos son para ti. Mi poema eres tú, Consumes mis
Noches y mis días, perforando mí alma con armonía.
¡OH! mi amor, con fiebre de pasión un beso dulce posaste en mi boca, mi iracundo amor ardía como efusión, que se trazaba en el misterio de nuestro amor.
Quiero ser tu fuego.
Quiero ser tu verso.
Quiero ser agua.
Agua.
Que te recorra entero,
Poro a poro.
todo... tu cuerpo.

