“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió
a su Hijo Unigénito al mundo, para que vivamos por Él” (1 Juan 4:9).
TESORO BÍBLICO:
El autor Arnold Prater, en su libro “¡Usted puede tener gozo!” (You Can
Have Joy!), escribió acerca de un inglés llamado John Deckard quien
sentía
por las rosas, una pasión digna de premio. Un año, John cultivó una
rosa especial para competir en el Concurso Anual de Rosas. Pero antes de
que él
pudiera trasplantar la rosa, su hijo vino corriendo y le dijo: “¡Papá,
mira lo que tengo para ti!” Y en sus pequeñas manos tenía la preciada
rosa.
Quienes visitaron el Concurso Anual de Rosas se quedaron asombrados al
mirar lo que John había traído para el Concurso, porque en un masetero
estaba
la foto de su hijo sosteniendo la rosa en manos, junto con un listón
azul honorario. En ocasiones sus planes pueden salir mal y sus sueños ser
triturados. Con todo, en su lugar, Dios envía a su propio Hijo Jesús. Y
cuando eso sucede, nada importa sino el amor de su Hijo.
PUNTO DE ACCIÓN:
¿Qué desilusión ha experimentado usted esta semana? ¿Ha escogido el
gozo o la tristeza? ¿Qué aprendió del pensamiento devocional de hoy para
aplicarlo a su vida, la próxima vez que esté viviendo una desilusión?
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