<center>

<center>
¡¡UN SUEÑO!!
<center>

Aquel avión despegaba de manera común, como lo hacen las aeronaves, en mis manos traía un libro de poemas, el blazer rojo sobre mis hombros me proporcionaba cierto calor y comodidad, descalcé un poco mis pies,
mediosacándolos de las zapatillas rojas, recargué mi bolso al costado derecho, no recuerdo de dónde venía ni hacia dónde me dirigía.
Recliné mi cabeza hacia atrás, buscando descansar sobre el asiento que me tocó, era el No.77, al final del pasillo izquierdo de la nave. La ventanilla me ofrecía un panorama hermoso.... Grandes nubes
blanquísimas, como si fuesen copos de nieve, creo que me encontraba bastante relajada, pero no estaba dormida.
Cuando de pronto, senti en pleno rostro, que una mirada me observaba fíjamente, pensé de pronto en abrir mis ojos, pero preferí disfrutar aquella sensación, que duró escasos segundos.
Instintivamente como imantada por algo fuerte y desconocido, levanté suavemente la vista hacia el compañero que tenía de lado, y un raro impulso sacudió todo mi ser.
¡Ahí estaba EL!,
Sentado junto a mí, mirándome profundamente sin decirme nada...
absolutamente... ¡Nada!...
No necesitaba abrir sus labios, esa honda mirada me lo decía...¡¡Todo!!... esa inmensidad azul de su mirar era como aspirar el aroma del mar... era como comulgar con algo verdaderamente...¡Hermoso y Unico!.
Ningún gesto, ningún ademán, ningún movimiento. Nos mirábamos así, sin que nada osara penetrar en nuestra intimidad exclusiva y divina.
Sin querer separarme de su mirada, tenía que cerrar mis ojos con profunda ternura para poder creer aquel milagro que estaba sucediendo en mi vida, y así lo hice. En una sencilla plegaria le dije:
¡¡Padre mío, Señor mío y Dios mío: Gracias!!.
No terminaba de decir ésto, cuando arrastrada como por algo magnético, encontré mi rostro con aquel que aún no se apartaba de mí.
Aquel profundo misterio de sus ojos me hacían sentir ¡tantas cosas al mismo tiempo!.
Pero algo estaba claro dentro de mi: Aquello era un profundo amor imaculado, limpio, puro, sin mancha ni morbo, lejos de toda pasión malsana.
No me importaba saber quién era aquel ser que me ofrecía la vida, con una sola mirada. No pensé en las circunstancias de mi vida, el pasado y el futuro quedaban excluídos y borrados de nuestro mapa, solo
contaba el momento, el presente tan lleno de realidad y justicia.
Solo sé que estabamos ahí a mitad del cielo, aceptándonos mutuamente con profundo amor, sin decirnos...¡¡Nada!!.
Si éste acontecimiento hubiese sucedido en otras circunstancias, lo normal hubiera sido la explosión de una bomba de tiempo, en donde surgen y brotan las pasiones mas desenfrenadas.
Pero lo extraño es que nuestras manos casi juntas en el descansabrazos de los asientos contínuos no necesitaban ni siquiera tocarse, no era necesario, acariciábamos nuestras almas con el delicado roce de
nuestra mirada, inventando la ternura de: ¡¡Un abrazo eterno!!, sustituyendo a aquel beso en el cual se entrega el alma completa, el alma entera.
No había necesidad de tocarnos, de verdad que no hacía falta.
¡¡Nuestro amor era sagrado y divinamente absoluto!!.
Aquel fluír de nuestras pupilas, aquel cerrar y abrir de párpados embelezados, aquellas ondas teleoginoras de nuestras mentes tan perfectamente sintonizadas en divina vibración, aquella mutua sonrisa en silencio, aquel mismo palpitar de nuestro corazón, aquel remanzo de paz, hacían de nosotros:
¡¡"Un Solo Ser"!!.
Era como si ya nos conociésemos desde siempre. ¡Lo sentí tan absolutamente mío!, me sentí como si yo le hubiese pertenecido toda la vida y mas allá...
Nuestra mirada llena de supremo amor, respeto y devoción, hacía la comunión de almas... ¡Mas perfecta!.
Descubrí que sus labios se entreabrían suave, húmeda y levemente... quise mirar su pelo... observé, y como una cascada de brisa descubrí aquellos risos rubios a manera de rayos de sol callendo sobre sus hombros delgados pero fuertes.
Observé detenida, pausada y largamente su rostro... ese rostro amado... el cual me devolvía una imágen expresiva de infinita bondad y
exquisita dulzura que invitaba e inspiraba una gran aspiración a la eternidad.
Sus pómulos salientes denotaban que había pasado por un gran dolor. Pasaron tantas cosas por mi mente en ese momento:
¿Quién fué capáz de hacerte sufrir de ésta manera tan cruel?,
-pregunté con mi voz en silencio-
Y su faz brilló al darme una respuesta ilimitada. Dos lágrimas bañaron su mejilla barbada. Sus fosas nasales estilo oriental, inhalaron un
profundo suspiro, el cual se convertía en palabras calladas diciéndome:
"Si tú supieras cuánto te amo".
Ya no pude soportar más. Ya no pude contener aquel torrente de energía sublime que me inspiraba aquel hombre misterioso. Abrí mis
brazos para recibirlo en mi pecho.
¡Ahí estaba EL!
Ahí estaba conmigo, junto a mí, llorando en silencio por mí, como un niño anímico que se aferra a un propósito definido.
¡¡Santo Dios!!!... ¡¡Dios Santo!!..
Era como tener EL UNIVERSO ENTERO PALPITANDO DENTRO DE MI CORAZON.
Lo acaricié con todo el caudal de mi infinita ternura, queriéndo decirle tantas cosas, pero no encontré palabras para dejarme oir. Yo sabía que los dos estabamos profundamente unidos dentro de la parte mas
emotiva de nuestro ser.
¡Ahí estaba EL!
Entregándose a mí, a través de esos ojos tristes y sueños rotos. Ahí estaba yó en ese sueño junto a EL para recibirlo con toda la plenitud
de mi corazón y entregarle para siempre ¡¡TODA MI VIDA.!!
Cuando desperté, eran las 2:50 a.m. y no pude evitar aquel llanto sublime y profuso. No pude evitarlo y dejé que corriera por mis mejillas aún encendidas.
¡¡Lloré de suprema felicidad!!, ... ó quizá de inmensa tristeza, al recordar que precisamente acababa de empezar el día, un nuevo día,
era un viernes santo, en mi cuarto un racimo de olivos y en el mundo de mis sueños, en ese mundo de sueños en el que siempre vivo:
¡Había estado con el propio Dios!
<center>

Doral
(Todos los Derechos Reservados)
Asociación de Autores y Compositores Sinaloenses, A.C.
<BGSOUND SRC="http://www.ciberiglesia.net/ftp/pub/mus ... ="INFINITE">
<center>

</DIV></center>
</TD></TR></TABLE></CENTER>
</TD></TR></TABLE></CENTER>