Conduciendo la carroza de la sumicion
Profanaré arcas de ideales
en las ruinosas catedrales de la tradición
Inundando el viento con tu nombre.
Seré acólito de tus deseos
Y arrogante en mi cruzada
Salvando lascivas de su fin
Ire preparando mi festin.
Erguiré lupanares execrables
Donde engordaré las aves del desprecio.
Descargaré de mis hombros recios
Esta armadura lamentable.
Y cuando tu último lamento me convoque
Como un prometeo sin fuego
No tardare en llegar a saciarme
Con mi preciado trofeo.
Te hize caso aquella vez
En que dijistes que siga mi camino
Sin saber que separarnos
No estaba escrito en mi destino.
Destino cuyas olas te arrastraron
A la costa de mi vida.
" La madera esta partida,
Ahora es tiempo de tallar
sin demora, mi canoa "
Y adentrarme hacia el mar.
