
Indagando entre los distintos rincones de mi curiosidad, en cada uno de ellos encuentro una pregunta distinta: ¿Será esa persona tal y como a mi me lo parece? ¿Congeniaremos en personal también como lo hacemos desde la red? ¿Qué pensará el de mí?
El tiempo y las circunstancias serán las que contesten las preguntas. Es posible que pueda darse que nunca encontraré respuesta a muchas de esas preguntas o quizás a ninguna.
La ilusión por conocerlo y resolver mis dudas crece en mí, como un pequeño tallo que cada vez se va haciendo más grande, hasta que espero que termine en una floreciente planta, que de vida y color, a la oscura intriga que tengo.
Una esperanza, una intriga, una curiosidad, es lo que eres para mí.
