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RESPUESTAS

Siempre cuestioné mi existencia,
sin saber porqué vivía.
Cada instante repetía:
¡¿Qué objeto tiene la vida?!
Un día,
descubrí porque vivía,
Dios hizo a mi madre darme vida,
por premiar el fruto de un amor.
Así, satisfizo el deseo,
de dos seres que se amaron.
Otro día,
renegué de mi existir,
de una manera insolente;
pues hallaba amarguras por doquier.
Luego, supe Señor que tú existías.
He sabido porque tengo que vivir.
Hoy que lloró mi negra soledad,
pues perdí los tesoros que me diste,
no reniego mi Dios haber nacido,
más me alegra el haberte conocido
y saber que te tengo como amigo.

Leonardo Arres Navarrete
Diseño de
SAMANTHA

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