No me dejes. Abrázame con fuerza.
Con esa ternura dulce que te habita
y me habita en lo profundo del alma.
Dame de beber de tus latidos
que yo te daré los míos
en la profusión de dos brazos
no encadenados ,sino unidos
por el indisoluble amor
que no tiene anillo, ni precio
solo el vuelo de dos corazones
unidos libremente en lo eterno.
