las voces atrapadas por el viento, hacen juramento.
No quiero ser inoportuno, para expresarte lo que siento,
pon mucha atención y hablemos al respecto.
Nuestro amor es limpio y puro, te amo y lo confieso,
soy afortunado en tenerte te lo juro.
No tan solo son tus besos, que me alejan de este mundo,
y si yo he de amarte…. Te amare como a ninguno.

no quiero asustarte, al verme, lo siento.
Te encuentras muy bien, apesar del tiempo,
eres la misma, la que quize y quiero.
Recueda los momentos, cuando estuve a tu lado,
las cosas que pasaron, que mucho disfrutamos.
Nuestro amor era tan grande, parecía eternamente,
una semilla que sembramos, y un árbol que crece.
Recuerdas la noche, en que hicimos el amor,
estabas tan nerviosa, y yo me sentía peor.
El cuarto estaba oscuro, con velas en todos lados,
era la primera relación, de los dos, exacto.
Nuestra canción favorita, la pusieron en la radio,
y para relajarnos, empezamos despacio.
Para qué relatar, lo que pasó en la habitación,
si un escritor lo hiciera, haría un guión.
Tus ojos van más allá, de la vida en sí,
y eso tiene mucho, significado para mí.
Recuerdas la primera, la primera poesía,
era de día, y así mismo decía:
Eres la estrella, que habita en el cielo,
y yo soy el manto, que cubre tu desvelo.
Te convertirás en árbol, y yo seré tus raíces,
para darte el fruto, que tu siempre quisistes.
Eres valle de esperanza, dirigida por tu luna,
ambas son hermosas, en la noche oscura.
Eres la luz de la mañana, que me hace despertar,
yo seré la noche, siempre te acompañará.
Nunca te dejará, yo siempre estaré,
y los latidos de mi corazón son para ti mujer.
Personas como tú, no se pueden olvidar,
y mucho menos, en esta humanidad.
Es que tu corazón, hace sacudir,
un corazón, que esta lleno de ti.
Yo veo en tus ojos, cuanto me amas,
percibo en tu cara, a mi princesa del alma.
Te hablo del amor, lo más hermoso,
no hay defecto, es perfecto, maravilloso.
Aunque tu no lo creas, el amor no es de la mente,
nace del Padre, poderosamente.
Alimenta tú alma, llena tu corazón,
verdaderamente lo que sientes, lo siento yo.
Inexplicable, impecable, incomparable,
yo perdí la vida, después de amarte.
Te veía llorando, sufriendo sin consuelo,
mientras mi alma partía, al paraíso eterno.
Iba con Dios, mostrándome su mundo,
donde no existe fecha, ni hora, ni minuto.
La alegría abundaba, a mí alrededor,
y un arcoiris en mi alma, de pura bendición.
Y de una lágrima, mi alma, diviso mi Dios,
porque en mi alegría, aún faltaba un toque de su voz.
Verdaderamente fui agraciado, por la ayuda de Dios,
me dejó en su habitación, para un último adiós.
Y el me dijo: “si te preguntas ¿por qué te ayudé?”,
es porque miles de oraciones, nacieron de su ser.
Al verme la cara, no lo podías creer,
estabas tan asustada, y llorando a la vez.
No quiero verte llorar, no quiero verte sufrir,
quiero ver una sonrisa, que resalga en ti.
Abrázame, bésame, acompáñame acaríciame,
si no crees que soy yo, entonces pregúntame.
Si sólo estoy aquí, como te dije al principio,
para recordar los momentos, estar esta noche contigo.
Siéntate y relájate, y toma un respiro,
oré mucho por ti, lo se cariño mío.
Y puedes expresar, todo lo que sientes;
son las 12 de la noche, y el reloj no se detiene.
A la mañana siguiente, te despertaste,
a tu lado, una carta, que hacia contraste.
Con tus ojos, tu labios, tu piel impecable,
así mismo decía, con lujo de detalle.
Me voy, para el eterno paraíso,
no quiero escuchar, de ti un suicidio.
Un regalo, se va gestando en tu vientre,
quiérelo, ámalo, acarícialo, siempre.
Y recuerda, que fue un milagro de Dios,
por que al verte así, el fue el primero que lloró.
Y me ayudó, a verte corazón,
porque el verdadero amor, proviene de Dios.