con la humedad de tu ausencia,
y como duele!
aun cuando insisto
una y mil veces
en renunciar a tu sonrisa,
a tu mirada.
Sin ti
esto es un caos,
una revuelta de sentidos
de torpezas y esperanzas,
buscando sin alturas
la claridad de tu aliento
la inmensidad de tu voz.
Lo cierto,
es que tu ausencia
se ha metido en mi piel,
se ha pegado a mis extremos
a mi piel,
y un frío inexplicable
recorre mi cuerpo,
y saber que te tengo
pero no estas,
duele!
En vano asumo mis sonrisas
en vano,
pues la ansiedad
carcome mi calma,
y poco a poco voy cediendo
para entregarme luego
a la incorregible certeza
de este vacío,
que me aterra.
En vano intento replegarme
y armar mis defensas,
pues ya no me quedan argumentos
ni excusas,
solo este espacio inmensurable
que en su vientre lleva
el sonido,
de tu nombre.
No se,
creo que alguna vez te lo dije
¿ recuerdas?
tu estas en mi
como cuando miras el sol
y su luz incandescente
permanece en la mirada
aun después de cerrar los ojos,
así te llevo,
fundida en mi.
¿ Pero sabes?
no es suficiente,
no,
no lo es,
como no lo es
imaginarte,
sentir hasta el cansancio
los mil aromas de tu espalda,
los millones de besos
con que cubrí tu piel,
las innumerables maneras
en que amé tu cuerpo,
no,
no es suficiente.
Te necesito aquí,
a mi lado,
que es tu lado
que es el nuestro,
tejiendo con nuestras manos
en un nuevo tiempo
nuestro derecho a soñar,
a existir,
aun cuando tus flores y las mías,
abran sus colores a destiempo,
aun cuando tu sol
y mis noches con hielo
no suelan encontrarse,
aun cuando tu calle y la mía
desconozcan sus direcciones,
y aun cuando en tu demora
mi corazón se duerma
y abrazado a la tierra
indómita y a porfía,
me siga recordando
el tenerte tanto,
y tanto mas,
aun a sabiendas
de que no te veo
y que aunque casi te poseo,
tu no estas.

