Si tu mirada me acerca una sonrisa,
y tu palabra es la reina del amor,
puedo entregarte la luz del nuevo día,
para mostrarte el brillar de su color.
Si entre tus pechos me siento adormecido,
y me regalan tus labios la pasión,
puedo abrazarte soñando con poesías,
y así entregarte otra vez el corazón.
Y simplemente si siento que es preciosa,
tu deliciosa manera de vivir,
puedo expresar mi realidad en una estrofa,
y disfrutar un poco más del devenir.




