Dulce fue encontrar tu abrigo,
recibir tus flores frescas,
compartir de tus pensamientos,
soñar juntos...
Te digo amigo,
ya que no sé ahora...
¡Cómo dirigirme!
Hemos pasado algunos momentos
tibios, fríos premeditado esta,
el acto de la bondad.
Borde sueños
con hilos de oro y plata
pero, insuficientes fueron
la lejanía rompía
todo lo que tejía.
Tu seguirás volando
soñando con un nuevo día
con tus asados, con tus mates.
Y yo, seguiré aquí
con mis chocolates, mis tortillas
mis terapias, mis locuras
mis sueños que algún día te compartí.
¡Soy provinciana, del mundo onírico!<center>
:(


