Te extraño y esta soledad me hace daño, si otro cuerpo podría remplazarte yo ya no estaría así pensando solamente en ti, En aquellos momentos de pasión que viví junto a ti cuando tú te entregabas sin medida a mí. Y sabes aun me queda las ansias por sentir el dulce sabor de tus besos, aun tengo ansias de sentir tu cuerpo que cuando se enredaba con el mí cuerpo perdíamos la cordura del tiempo
Aun extraño cuando con mis labios recorría todos tus rincones, haciéndote sentir que tu cuerpo era el mármol que tallaba con miles de mis besos al compás de nuestras aceleradas palpitaciones.
Aun extraño Cuando acaricia y mordía tus firmes pezones que se encrespaban al sentir mi lengua rasgando la suave piel de tu escote
Aun extraño cuando con mis manos estaban llenas de tu cuerpo cuando el sendero tu vientre era solo mío, en el cual yo dormía después de haber amado lo virginal de tu inocencia cuando me adentraba mas allá de tu ombligo para perderme en la calida grieta de mis deseos
Aun extraño cuando mis labios se humectaban de la dulce miel de tus deseos, que expulsabas, cuando recorría tu exquisito sexo que me pedía gritos la virilidad de mi sexo
Aun extraño cuando profanaba con el cincel de mi cuerpo, aquella bella escultura de una diosa en celo a la cual penetraba saciando las ansias de nuestros deseo, explotando en orgasmos que solo alimentaba más llama de nuestro fuego
Aun extraño tu cuerpo que me sigue amando en mis noches de soledad y silencio
Aun te extraño mi amor, pero en esta lejanía mi cuerpo sin tu cuerpo murió.
aut: jason Roman
