<center>

<CENTER>Y dice Dios:”El amor es sufrido”.
Lame sus propias heridas, sin ruido.
sin lastimar a otros..
Y también dice:”Es benigno.”
Bondad, generosidad y altruismo,
del verdadero amor, son el sello.
Así es:”El amor no tiene envidia.”
De espíritus mezquinos, es el envidiar.
De el, libranos Dios, o ayúdanos a cambiar.
Dios dice:”El amor no es jactancioso,
no se envanece.”
No hace alarde de nada, es receptivo.
Aun en su grandeza, humilde se mantiene.
Dice: “No hace nada indebido, no busca lo suyo.”
Hacer lo inmoral…. ¿Que es inmoralidad?
Sino dañar a otros, solo buscando en la vida,
satisfacer los propios deseos egoístas.
Y agrega:”No se irrita, no guarda rencor.”
La irritación es para el alma, como la pimienta
en la nariz, nos hace reaccionar violentamente.
Haciéndonos guardar rencor, odiando gente.
También dice:”No se goza de la injusticia,
mas se goza de la verdad.”
La verdad y la justicia, no siempre son amigas.
Debemos elegir, en amor, la verdad…
¿Qué es verdad, que es mentira?
Si tienes una conciencia solo por Dios dirigida,
allí estará la respuesta sobre verdad y mentira.
Y finalmente dice:”El amor, todo lo sufre,
todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.”
¡Llénanos Señor de esa clase de amor, el amor tuyo!
¡Gracias te damos, Dios Santo!
Aurelia Snaidero