en cada espacio de tu piel de lirio.
Sienten mis labios diáfano el delirio
de su desliz y de su romería.
¡Ay! si pudiera yo te besaría
con la pasión del corazón martirio.
y con la fe con que se enciende un cirio
dentro de ti de amor me encendería.
Toda tu piel es fuego que me inflama,
tu desnudez, infierno que me quema,
tus movimientos, el vaivén del mar.
Y en este ardiente y hechicero drama
arden también los versos de un poema
que ya no sé, mi amor, cómo apagar.
Heriberto Bravo Bravo SS.CC
