



Allá en aquel lejano y fértil valle
que el sol con sus rayos moja,
habita una Flor de esbelto talle
abrazada á la tierra rica y roja.
Se enamora aquel que la mira,
se sonroja aquel que la toca,
dándote paz, huye la ira,
á modo de beso, presa la boca.
Y si le soplas en la frente...,
Palabras de Amor sumisas,
mil Sueños manchan la mente
entre sollozos, cantos y risas.
Se llamará la Flor de la Suerte...?
Aquella que cualquier jardín querría.
Si algún día me abraza la muerte
quiero á su vera, repose..., esta poesía



