Fuiste una santa atrevida
a llegar donde querías,
Para dar almas a Dios.
Por los caminos errantes
con San Juan de La Cruz ibas
Era tal sabiduría;
la que Dios te dio “Teresa”
Que a todos los convencías.
¡Era una fuerza interior
que recibías de Dios,
Y por eso te seguían!
les convencías a todos,
pues siempre les repetías
“que Dios está en todas partes”
Y buscar almas querías.
Aun encontrándote enferma,
lo hacías con gran tesón,
la fuerza que tu tenias
¡Y tanto lo que sufrías!
“ Pero por tus poesías”
se refleja el sufrimiento
De lo que tu padecías;
pero sacabas las fuerzas
Arrastrando a los demás.
Solo anhelabas las almas
que se pudieran salvar
“era tanta tu obsesión “
que hasta fundaste el Carmelo,
que por mística te toman
¡ Pero cuanto sufrimiento!
a llegar donde has llegado,
y por eso te nombraron,
La doctora de la Iglesia.
