que te clavas en el pecho
como daga dirigida,
que desgarra que lastima
lo que a mi me da la vida.
¡Ay! dolor,
que me cimbra las entrañas
que me asfixias, me desmayas,
me derrotas, me levantas
y desangras las heridas.
¡Ay! dolor,
que manera de sentirte
que manera de llegarme,
que manera de pegarme
y poco a poco acabarme!
Ay! dolor,
ahora siento que me muero,
has descarnado mi herida,
has hecho añicos mi historia
para nadie conocida.
¡Ay! dolor, dolor, dolor,
aquí te llevo muy dentro,
algunas veces dormido
algunas otras despierto.
Piero
