
[align=center]Ella hacía de tí lo ke kería
y teníate como a un esclavo;
tú cumplías todos sus caprichos
sin cuestionarte nunca sus mandatos.
La acompañabas a todas partes
y ella te exhibía como a una joya;
tú te deslumbrabas con su risa
y asegurabas ke era hermosa.
Es ke acaso no te dabas cuenta
de ke tan sólo te utilizaba?
No veías ke en todo ese tiempo
nunca te había dicho ke te amaba?
De sus garras kise liberarte
y tú me llamaste mala amiga:
dijiste ke sólo kería engañarte,
ke ella no controlaba tu vida.
Viendo ke era inútil todo esfuerzo
y ke tú jamás comprenderías
te dejé ke hicieras tus deseos
y ke siguieras esa tonta vida.
Un día ella se cansó de todo
y te dejó perdido, a la deriva;
fue entonces cuando al fin me comprendiste
mas seguiste llorando por su herida.
Ké lástima! Jamás te diste cuenta:
fuiste sólo una triste marioneta.[/align]