<center>PREDICADOR

No la condenes porque su vida
se ha atrapado en las calles
y el viento le ha pateado las caderas
no le grites ni la insultes
porque sus ojos aprendieron a amar
lo que para usted,algo impune es.
Predicador dices ser,
levantas con tus calumnias un pobre ser
un alma perdida en medio de la penumbra
una que usted ha sabido jugar con sabiduria.
Los labios satanicos que dices ella tener
son tus placeres hecho carne delante del recuerdo
delante de la consiencia que tienes que obedecer
bajo tu ropaje pecaminoso
moras callado,como ella, morboso.
No la condenes como si fuera bruja para la hoguera
entre la paja encendida
y al palo sujeta.
No es criminal por haber aprendido
a caminar en otros zapatos.
La confesion absurda en un santuario de paz
un secreto oculto dentro de unas palabras
la estaca de piel,hundida en horas negras,para el
Predicador dices amar a todos
en la sombras de la calle
tu epoca no responde a la ramera ambulante
no compares las santidad de unas letras
a un cuerpo maltratado y gastado
No amenaces! y deja vivir
no con tu sermon,ni con tu presencia.
Predicador andas trepando los muros del placer
y en la cama del santuario desnudo te haces ver
entre los ojos que te miran y los que no dejas de impresionar
otro dia vendra con el ocaso,
otro dia se ira tu santidad
hoy no juzgues que tambien tu has aprendido
con ella a jugar!
La blasfemia no ha servido de nada
es invisible hoy,en la noche volvera a caminar
sin pies y con boca
no juzgues mas!
es otra de las muchas de tu santidad.
El pecado blanco se ha visto
en lugar de ella,ha sido tu aliado al desvario.
</table></table></table></table></table>