







Peco cuando te miro, me confieso entre tus brazos viriles,
Me someto a tus deseos, sabes de mis sensibilidades y conoces
mis cuatro puntos cardinales.
Pecadora Capital, lo confieso, pido perdón en tus besos,
Sumergida entre mis placeres, recorro tu anatomía entera.
Cuando estoy sobre tu cuerpo, mis labios lo besan entero,
peco milésima a milésima, sintiendo los espasmo de tus adentros.
Tu hombría es pecado mortal, cuando te siento hurgar,
En mis recónditos anhelos.
Peco y seguiré pecando, mientras de tu boca salga la mágica
Palabra…..ven pecadora mía.
Yo te confieso.

