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EL ÁRBOL
Semilla aquella que plante algún día,
abone su tierra, germinando en ella,
regué su entorno mientras crecía,
dando su sombra, que me cobija.
Ya con su altura corta las nubes,
frondosas ramas mecen alegres,
purifica el aire sus verdes hojas,
puras, fragantes ya son sus flores.
Produce frutos que mi sed calman,
sobre su tronco anidan las aves,
sirves de sombra, sirves de apoyo,
por tus entrañas corre la savia.
Se aferra fuerte con sus raíces,
la madre tierra te da alimento,
creces erguido, impávido, orondo,
retas al viento, cavas profundo.
Como te estimo frondoso árbol,
pasar los años dando semillas,
ya muestras ramas algo maltrechas,
hincan los gajos, secan los frutos.
Crecimos juntos sobre la tierra,
amigo mío ya somos viejos,
pero seguimos estando juntos.
Guillermo Cano Botero

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