I
MI alma de mujer en esa luna creciente deshojada entre tus manos.
Expectante ante tus urgencias,
acorralada en el húmedo calor del beso.
Calma mi sed.
II
Veremos llegar, hasta esta luna, la luz hecha jirones. Bebamos uno a uno los segundos que nos quedan, apresura el ritmo de tu melodía, que invento, sobre mi cuerpo.
Te siento adentrándote por mis senderos, llenando mis espacios, calcinando mis deseos.
Apuremos este ultimo instante de oscura aliada, después,
no quedara nada,
apenas el sabor de tu piel en mi boca y tu sombra en mi almohada.
III
No sabrá, ni mi nombre ni el tuyo
Inventare nuevos versos, que pasare de mi boca a la tuya, enlazados en un beso calido y húmedo.
Serás nuevo para mi cada noche,
y cada noche, serán para ti, nuevas mis ganas.
Marina.
