impaciente en las esperas,
impenitente de mis pecados.
Me confieso, libre, y libre te quiero.
confieso que he vivido,
y que no muero,
porque no muero.
Me confieso, amante de la verdad,
intransigente con el engaño,
complaciente en los sueños,
impertinente con la autoridad,
insatisfecha de mis transferencias,
oculta a los ojos indiscretos.
Me confieso, caminante de las estrellas,
oscura en mis envidia,
luminosa en mis lealtades,
odiosa ante la injusticia,
enamorada del alba y de la brisa.
Marina.
