
Añorando su presencia
y sufriendo,
si sufriendo profundamente
al saber que le hago sufrir,
ya no se si merezco
o no su amistad,
por hacerle sufrir
por no poder darle
la cura de su dolor,
por tener yo la solución
Y no darle lo que necesita
¡O Dios! Guíame,
guía mis pasos,
y sobre todo mi corazón.
Hoy esperaba verle,
más no ha sido así,
no contesta no está,
no se si se esconde,
o no sabe que le busco.
Me acuesto pensando
en que no vino,
pero que mañana aquí estará,
despierto con la misma esperanza
de verle, mas las horas pasan
y llega la noche
y en el inmenso cielo,
veo renacer en cada estrella,
una nueva esperanza,
esa misma esperanza
con la que me levanto y acuesto,
mi fe en Dios
me hace verlas de esa manera,
y cada día y cada noche,
Mi esperanza será la misma.
