Sexto intento de cuento, recien terminado. Salio un poco mas largo, espero que le regalen algunos minutos a mi texto. Saludos!
Mortal antes de vivo
Lo escribí casi sin darme cuenta, en clases de matemáticas. Entre dos tediosas horas de axiomas, teoremas y vaya uno a saber que cosa, cuajé el aburrimiento con unas pocas líneas narrativas. Para mi sorpresa, tomó la forma de cuento, se dejó ser y quedó atrapado en una de mis hojas cuadriculadas. Estaba maravillado. Nunca había hecho nada similar, ni siquiera podía comprender los temas de la materia siguiente: lengua, y a veces literatura. Pero allí estaba. Plasmado, creo que se dice. Y ahí quedó.
Mortal antes de vivo, mi creación, quedó encerrada entre tapas duras y cuadraditos color mate por dos años. Nos reencontramos cuando por fin terminé el colegio, mientras seleccionaba no muy cuidadosamente cuadernos para incinerar. Por alguna razón, tal vez intuición, tal vez (mala) suerte, resucité aquel engendro. Estaba igual que la última vez, escrito con letras tumbadas, apretadas, apuradas, cuidadosas de no ser descubiertas por la diabólica profesora de matemáticas. Y me miraba fijo. Lo tuve en mis manos un buen rato, feliz de haber salvado el único cuento que recordaba escribir. La principal evidencia que me permitía creer que tal vez, bien en el fondo, podía ser algo más. Trascender, creo que se dice. Y lo deje en mi escritorio.
Toparme con el anuncio fue pura casualidad. Primer Concurso de Escritura Creativa, decía. Irónico que premien la creatividad con un llamado así de insulso, pensé, mientras decidía enviar la única carta que nunca debería haber escrito. No perdí tiempo: en menos de diez minutos, ajusté mi creación a las ridículas y casi irreverentes bases del concurso. Podrá participar cualquier persona entre dieciséis y veintisiete años, exceptuando aquellos nacidos en los meses de octubre, noviembre, julio, enero y años bisiestos. No se aceptarán obras de autores cuyos nombres comiencen en A, D o W. Los trabajos deberán ser originales, inéditos, individuales, únicos, no premiados, escritos en castellano y/o español moderno. Se entregarán por decuplicado (original y nueve copias) y serán enviados por correo certificado. La extensión no será inferior a tres folios tamaño A7 con interlineado uno punto uno y fuente Estrangelo Edessa cuerpo diecisiete. Premio no hay. Después de pegar y recortar algunas hojas, imprimí, encarpeté, plastifiqué y posteriormente envié Mortal antes de vivo a la dirección indicada. Y me olvidé al día siguiente.
Pasaron algunos meses, de esos entre otoño e invierno. Bastante húmedos, genocidas de hojas. Y llegó una carta blanca, de sobre pequeño, sin rasgos destacables. La abrí sin cuidado de un costado, un poco desganado por el viento gris que entró junto a la puerta. Casi desfallezco. Decía así: Por la presente e insulsa carta, felicitamoslo por ser el único e irrepetible ganador del Primer Concurso de Escritura Creativa. Le devolvemos su cuento. Premio no hay. En algunas de las diez copias hay manchas de café, salsa, mermelada y comida china. Límpielas. No podía creerlo. Después de limpiar las copias, llamé a todos mis conocidos, grité a los no tanto, me encargué personalmente de ser la envidia de todos. Empezaron a calificarme de varias maneras, pero tres oraciones las resumían de manera impecable: él, poseedor de tanto talento. Él, especial, inalcanzable. Él, escritor. Yo.
Así fue como decidí dejar mi emocionante carrera de contador y mis estudios en matemáticas avanzadas para lanzarme como escritor profesional. No uno cualquiera, de los que ganan millones con unos pocos libros. Con mi talento sería sencillo, siguiendo algunas instrucciones universales podría escribir uno de esos libros que venden. Los pasos a seguir los había conseguido semanas atrás en una revista de consultorio, por lo que no me quedó otro remedio que memorizarlas. Numero uno, no se esfuerce. No utilice oraciones en voz pasiva, complicadas o extensas, confunden al lector adinerado. El título debe ser atrapante, extenso y fácil de recordar (Ejemplo: “El misterio del código asesino”). Numero dos, plantee una historia amplia y llevadera. Amplia para que el lector adinerado sienta que está leyendo literatura; llevadera para que no abandone su obra en el baño a mitad del prólogo. Numero tres, sea polémico. Si no tiene fundamentos, mejor: no hace falta que el lector adinerado entienda, solo que mantenga el sentimiento de la segunda regla. Llegaban hasta ahí, si mal no recuerdo.
Acompañado por mi inconmensurable talento y las infalibles reglas mencionadas, comencé mi segundo cuento. En una hoja cuadriculada, por supuesto. Los polígonos dibujados se llenaron rápido de curvas, puntos y algunas rayas horizontales. Escribía cada letra como si fuera la ultima, garabateando los firuletes reglamentarios y adornando acentos necesarios. Las palabras fluyeron sin parar por unas horas, hasta que sucedió: no supe como continuar, como retomar mi cuento después de terminar la introducción. De repente, punto final. Frustrado, abandoné por un tiempo mi segunda creación. Y empecé la tercera. Y la cuarta. Quinta, octava. No hubo caso: no pude escribir más allá de una introducción impecable. No podía creerlo.
Convencido de mi habilidad narrativa, decidí dejar de lado mi frustración introductoria escribiendo los finales de los siete cuentos. Y lo hice. Al igual que las primeras letras, las últimas fluyeron sin problema alguno. Los terminé a pocas horas de comenzar. Extasiado por mi éxito, tiré las hojas que no reflejaban mi maestría en escritura: decidí centrarme en el séptimo, que tenía una introducción atrapante y un final inesperado. Era más o menos así: Otra vez espero que me saquen de este lugar. Todas las semanas lo mismo: cumplo mi objetivo, limpio la escena y espero que llegue el auto indicado. Pero esta vez es diferente. Llevo dos horas esperando. Extraño, nunca se retrasa tanto. (…) El juicio duró poco. Por suerte el mayordomo es siempre el primer sospechoso. Espero que la silla eléctrica no le sea muy incomoda. Introducción, desenlace, sólo faltaba el nudo.
Desde el viernes intento anudar mi séptimo cuento. Ya es domingo, y todavía no pasó nada. Ni una oración, ni una letra, ni un polígono color mate garabateado. No hay caso. Tengo todas las herramientas: cientos de hojas cuadriculadas, biromes de repuesto, reglas infalibles y un talento inconmensurable. No debería estar sucediendo, tendría que poder unir sin problemas el atrapante comienzo con el inesperado cierre. No importa, confío en mi talento. Ya verán, la inspiración me golpeará en la cara antes que el reloj marque las siete. Ya verán.
Esperé otros dos días. Nada. Los cientos de cuadraditos, las biromes, las reglas y mi talento quedaron abandonados en mi escritorio, esperando. Yo me cansé: volví a mis estudios, regresé al trabajo de contador. Otra vez de traje y corbata, empiezo a creer que fui elegido único e irrepetible ganador del Primer Concurso de Escritura Creativa por falta de participantes.
Mortal antes de vivo
- THURQUEZA1
- Forista Senior
- Mensajes: 636
- Registrado: 24 Nov 2005, 01:27
Forke
Querido nuevo amigo de letras:
Seguí atentamente todos sus pasos, increíble relato, me tuvo en suspenso, y me gustó el descenlace. Volviste a tu trabajo, pero no dejes la escritura son totalmente compatibles. ah y la próxima serás el ganador principal asi que a escribir..
Gracias por compartirlo,
Un abrazo
Thurqueza
Seguí atentamente todos sus pasos, increíble relato, me tuvo en suspenso, y me gustó el descenlace. Volviste a tu trabajo, pero no dejes la escritura son totalmente compatibles. ah y la próxima serás el ganador principal asi que a escribir..
Gracias por compartirlo,
Un abrazo
Thurqueza
<center>


- Guillermo Cano Botero
- Forista Legendario
- Mensajes: 7982
- Registrado: 14 Jun 2005, 23:47
- Contactar:
Estimado Forke
Esta vez si creo que te saliste con la tuya. Donde diablos esta el cuento "Mortal antes que vivo", me quedé esperandolo. Narraste principio y final del septimo cuento, este se supone que es el sexto, pero donde esta?
Oye, amigo, eres gemial, me encanta la forma como narras y armas toda una escena, Y.....?
Mis respetos y admiracion a tus letras.
Guillermo
Oye, amigo, eres gemial, me encanta la forma como narras y armas toda una escena, Y.....?
Mis respetos y admiracion a tus letras.
Guillermo
<center>
“Decir no sé, quiero aprender…es ser sabio”
Omerlliug Onac - siglo V
“Decir no sé, quiero aprender…es ser sabio”
Omerlliug Onac - siglo V
- maria mer
- Forista Senior
- Mensajes: 3819
- Registrado: 08 Nov 2005, 01:03
- Ubicación: Lejos de aquel que inspira mis letras...
- Contactar:
Forke
Me has dejado sin palabras... impresionante! muchas felicitaciones por tan maravillosas letras, ha sido verdaderamente un placer haber entrado aqui y con mucho gusto te dejo un mensaje felicitandote por tan preciosas letras. Simplemente magistral. Me ha encantado mucho tu escrito... espero tenga continuación, sería muy interesante y el concurso lo ganaste con honores, eso te lo puedo asegurar.
Con mucho cariño y admiracion.
Un fuerte abrazo.
Con mucho cariño y admiracion.
Un fuerte abrazo.