
Te vi recostada sobre mi
pecho; mi cuerpo estaba semidesnudo y completamente mojado por el sudor que manaba de mis poros.
Las cortinas blancas se movían pacientemente tocando con suavidad tus piernas; sentí como tus manos comenzaron a tocar mis muslos y las mias se deslizaron suavemente hacia tus caderas; te tomé por la cintura y te giré hacia mi
Mis ojos quedaron a la altura de los tuyos
En ese momento, sin dejar de mirarme, comenzaste a llevar el ritmo exacto que mi cuerpo pedía
Me besaste, fue solo un beso...largo e interminable
Mi cuerpo estaba rodeado por tus brazos
La fusión nos llamaba al unísono de nuestro deseo
Y sucedió...
Éramos solo uno
Fuimos una sola piel
y no quedó una sola parte de tu cuerpo sin ser tocada por mi boca
Tus manos no pararon en ningún momento
Me volviste a besar, resbalaste tu boca por mi cuello,
bajaste hasta mi pecho y al llegar a mi abdomen, hiciste una pausa , para cerciorarte de lo que realmente te estaba pidiendo a gritos...
Lo hiciste nuevamente
Perdí la cuenta de los besos
Perdí el ritmo de tus manos
Perdí nuevamente la ansiedad.
Ya estabas de nuevo en mi, con ese ritmo perfecto
Una vez más, estamos aquí, agotados y saciando esa pasión sentida en cada momento en que nuestras miradas se cruzan, en el momento que tu mano toca mi brazo o cuando la distancia para robarte un beso es sólo un paso
Ahora me encuentro recostado sobre tu pecho
Las cortinas blancas siguen moviéndose
Y aún no llueve....