Te espere.
¡Te espere aún después de haberte conocido!
Creí que echar a volar las mariposas del alma juntos,
llenar de caricias el espacio mudos que nos cobija
Y crear repetidas veces un poema a la alegría.
Eran la forma de edificar ilusiones con estrellas.
Colocando a cada instante un ladrillo de arena
a nuestro pasado.
Y luego:
Llegada la noche.
Masticáramos suspiros para escupir reproches.
Te espere.
¡Te espere aún después de haberte conocido!
Y aún así de saberme timado.
Te agradezco ese amor que me haz dado.
Reconociendo a Dios ese artículo mal llamado:
“Amaos los unos a los otros”
Por que si el amor es lindo por un lado;
también va acompañado de los filos del pecado.
Pero también agradezco al señor
El haberle encontrado.
No todos los amantes gozan de esa suerte.
Algunos.
Algunos en la espera los enreda la muerte.
Y ahora muerta:
Ilógico.
Yo soy quien esta lejos,
Tratando de echar a volar las mariposas del alma.
Solo un mar en calma riega las playas de mi suerte.
Te espere.
¡Te espere aún después de haberte conocido!
Ignorando que siempre te tuve,
y que hoy perdido reconozco.
“Que uno nunca sabe lo que tiene, hasta que lo pierde”



