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LA MENTIRA
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Fué triste saberte
al lado de ella
olvidando mi imagen de mujer y madre.
Tus ojos apenas si pueden mirarme
tu labios apenas se atreven a hablarme
pues sabes que acabas de destrozarme.
Dolor como nunca me había acudido
fué dardo, puñal o cuchillo,
al caso es lo mismo.
Mi alma y mis fuerzas ya casi se han ido,
mas no se me olvida que existe un motivo,
de lucha y de esfuerzo que es mi lindo hijo.
Un hijo que casi me cuesta la vida,
que casi me muero cubierta de sangre
que gracias al cielo he podido salvarme.
Mas tu te olvidaste de ese mi suplicio
camino a la vida, camino a la muerte
por darte ese hijo que tanto soñaste.
Más bendito Dios que quiso dejarme
vivir y ser madre,
¿Que importa que un hombre venga aquí a engañarme?
Si tengo la dicha del mundo más grande
de tener mis hijos y a ellos consagrarme
y mientras tú, sigue jugando a engañarme.
Que siembres tu tierra y peguen tus semillas,
vacias de vida y llenas de mentiras,
que yo mientras tanto plantarè la mía.
Y acaso seguro llegará ese día
de ver tu cosecha,
de ver yo la mía.
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WENDY ESTRELLA
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