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[font=Monotype Corsiva]A pesar de los años
A pesar que los años han pasado,
que mi cuerpo se ha hecho grande,
que una cana en mi cabello brilla,
que muchas tempestades he vivido.
A pesar que mis hijos han crecido,
que un bello nieto me sonríe,
a pesar que mis hijos han partido
a formar sus propios nidos.
A pesar que mil batallas he librado,
unas he perdido, otras he ganado,
ha pesar que mi cuerpo ha cambiado
y que algunas arrugas he encontrado,
No se me arruga el corazón,
aún lo siento niño,
no se me envejece el pensamiento,
cuantas cosas realizo con cariño,
No se me acaba la ilusión,
la fantasía de niña es mi estrella,
se me ocurren locuras
para hacer que la vida sea bella.
Y le pongo mi fuerza a cada nido,
a esta misión de formar, de educar,
y comparto felíz la gran cosecha,
que en el jardín de mi vida ha florecido.
Cuarenta y seis años he vivido,
a pesar de mi edad, de mis abriles,
planeo travesuras, hago locuras
y dejo mi alma en cada acto cometido.
Palmoteo, canto, vibro, bailo,
me gustan los payasos y los títeres,
y me emocionan las luces,
y le temo a los puentes y a los tigres.
Chapoteo en los charcos de la lluvia,
espanto las palomas en los parques,
juego con las búrbujas de jabón.
disfruto el crujir de la hojarasca en mi sandalia.
No me pidas que cambie, hay que reir,
los años pasan y es una sola la vida,
a pesar de las penas, las tristezas,
hay que tomar fuerza y proseguir.
Déjame ser niña, sin dejar de ser mujer,
un día de estos mi luz se apagará,
mis cabellos al viento ya no he de soltar,
mi mano, ya no podrás tomar al caminar.
Déjame ser tu mujer y ser tu niña,
recibe mi ternura, mis pequeñas palabras.
¿No ves que solo los niños saben reir?
Déjame ser niña en la fortaleza de tu vida.
Laura del Mar
Todos los Derechos reservados de Autor. (Sic) Editorial, Bucaramanga, Colombia.
Directora regional de La Red Nacional de talleristas - RENATA - Ministerio de Cultura.
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mis huellas te dejo junto a un 1000 
en miel de esta tu 100pre amiga..: Delia
a veces las niñerías causan sorpresas, mira que me salió muy bien y fué tan espontáneo y tan fácil de expresar. Sería el sentimiento y la paz de la madrugada, el cantar de los pajaritos en mi ventana, el anuncio del nuevo día que entraba vibrando y se colaba en mi jardín, sería eso que sentia en mi alma, ese desvelo, ese no poder dormir, pensando en tántas cosas y en unas palabras que retumbaban y azotaban mi corazón. Todo eso y mucho más dentro de mí salieron a la vida en un amanecer de febrero.
