
Amor…
Esto que siento
por ti,
Indio huraño
retraído e inteligente,
querer que viaja
desde lo real
hasta lo abstracto.
Amor…
Que de mi lámpara
eres la mecha
que me enciende,
levadura de mi pan
y el trigo para los sueños
que hoy subsidio.
Amor…
Ese, el que se convierte
en la tormenta
de este abismo,
cuando tú,
como un barco navegas
en mis mares de superlativos.
Amor…
déjame quererte,
que hoy me siento
deseosa de prenderte en mi piel
como una estrella.
Amor…
Si tu supieras
que soy de tus costas
ese calido mar,
que en silencio
solo espera su turno
de desgajarme en tu piel
como las olas en la arena.
Amor…
te has convertido
en mi firmamento taciturno,
en la luz de las luciérnagas,
la llama eterna
y el encanto del mito.
Amor…
que mientras vivo
en el mundo de lo onírico
eres alimento de mi alma,
el pan revelador
y el tragaluz
de mi cielo en profusión.
Amor…
Eres ese fresco viento
que rompe la cáscara
de un bello cuento,
el matiz azul
que tan solo yo me invento
y el texto de vuelo
que plasmo en mis versos.
Amor…
Eres en mis horas de sosiego
la emulación de quien da
y después todo lo quita…
Mientras yo
siento que soy
la leña en el fuego
y tú…La llama que alienta,
la eternidad que alumbra
esta súplica,
este ruego.
Amor…
razón de mis desvelos,
que de nada
eres la causa de mi tormenta,
yo te pido que vengas
y solo abrázame.
Tú quien aviva la llama
dame de tu boca
la sagrada flama
para quemarme en tus besos.
Artemisa904
